martes, 10 de agosto de 2010

Blanco y negro


Entra la luz por la ventana, es de día, que hora debe ser? La noche ha sido corta, los sueños regresan cada noche a mi mente, recuerdos vagos recorren el laberinto de mi cerebro. Se que esta noche he estado en mi infancia, aquella que me recuerda mi inocencia, mi familia en blanco y negro, mi colegio de ladrillos con el profesor Sr. Luis Fernández Carnicero. Apellido que daba realidad a su manera de tratar a algunos alumnos, aquellos a los que la lista de reyes godos, o las tablas de multiplicar se quedaban paradas en la garganta y no salían a la luz por la boca, en aquella fila hecha por alumnos pendientes de saberse la pregunta para avanzar en la fila, y llegar a casa a decir su posición en la parrilla de meta, porque no dejaba de ser una clasificación previa al examen final de junio. Otros recuerdos me llevan al rio, al rio del verano, al afluente del Llobregat, a los domingos de rio, capazos llenos de comida hecha la noche anterior, la reunión de las familias amigas a las 8 de la mañana, y los muchos km que entonces eran muchos , igual ahora son solo unos cuantos, hechos a pie, sin coches, con ilusión, el agua, los amigos, la cabaña, la inocencia, las primeras brazadas y tragos de agua limpia, porque antes el agua era limpia. La comida compartida por la familias, todo estaba bueno, casi mejor lo que hacían los otros, por la variedad. La siesta de los mayores debajo de los arboles, y nuestros secretos infantiles, secretos de los que ya no me acuerdo, pero si me acuerdo del color de mis recuerdos, blanco y negro. Ahora hay color, volveremos cuando duerma……

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