FORJAR, CONSTRUIR, CAMINAR

FORJAR, CONSTRUIR, CAMINAR.

Siento un rumor en la cabeza, que me impulsa el corazón
es como los golpes armoniosos de un herrero en el yunque, donde forja con su martillo el hierro candente, dando forma a lo que quiere construir.
Quiero ser el herrero que de forma y canalice el esfuerzos de esos golpes en un sentimiento de cariño y amor. Necesito ese material que se pueda amoldar a mi ritmo, y yo a su comportamiento, frágil, duro, no se.
La energía del golpe es correspondida con reacción de energía contraria, y el milagro de la transformación es la unión de esas dos fuerzas contrapuestas.
Yo tengo ganas de entregar energía, chocar con otra fuerza que me haga vibrar, que al juntarnos ( cuerpo, mente) solo sea una unidad con dos partes. Dos partes independientes entre si, pero necesitadas de su unidad.
La voz melodiosa de unas palabras, la mirada tierna de unos ojos, el murmullo de las olas al llegar a la playa, el cantar de un pájaro, o el brillo de lo rayos del sol. Si eres capaz de percibir con alegría y con todos los sentidos estas cosas, piensa que ya estas descubriendo como ser feliz.
El camino de la vida, es difícil, pero lo hemos de andar. Largo, corto, que mas da, no podemos quedarnos parados, aun así es imposible quedarse parado, el movimiento es continuo aunque estemos quietos, las situaciones pasan a nuestro alrededor.
Caminemos, no nos quedemos parados, acompañemos al tiempo, con ilusión y sabiendo de antemano que muchas veces deberemos rectificar, girar, o dar marcha atrás y volver a empezar. Que esto no nos desanime, veamos lo positivo, la enseñanza de las equivocaciones. En ese caminar encontraremos felicidad, tristeza, amor, alegría, desamor, amistad, desengaño; pero todo al final nos moldea y siempre aprenderemos a que en el siguiente cruce del camino tengamos menos posibilidades de equivocarnos, y seguro que mas tarde, o mas pronto, encontraremos ese camino que nos llevara a sentirnos bien, ese camino donde puede que alguien haya escogido ese camino, y pueda ser un digno compañero de viaje.
Cuando se encuentra esa compañía en el camino, háblale, cuéntale las dificultades que has tenido hasta llegar a ese camino, que a la vez te ha llevado a caminar a su lado. Esa persona te entenderá, porque nadie encuentra el camino a la primera, puede que sus obstáculos sean diferentes, o parecidos, pero ha sabido igual que tu, rectificar y aprender. Y ese conocimiento unido al tuyo os guiará unidos hacia una meta, una meta que debéis decidir si queréis que sea la misma o no, de ello dependerá la velocidad de la marcha. Quien no ha caminado con alguien al lado, y el camino se ha hecho mas llevadero y menos cansado.
Busquemos el camino, seguro que alguien está andando por el mismo camino y nos está esperando, o viene detrás y nos alcanzará. Vivamos con esa ilusión, seremos felices.